jueves, 26 de enero de 2017

Socorro a damnificados de un incendio de Don Juan (La Aspiración 4/9/1904)

   Un filántropo es, según la RAE (Real Academia de la lengua española):
filántropo, paDel gr. φιλάνθρωπος philánthrōpos.
1. m. y f. Persona que se distingue por el amor a sus semejantes y por sus obras en bien de la comunidad. U. t. c. adj.
   No cabe duda de que las numerosas obras costeadas por los hermanos García Naveira encajan en esta definición. Hospitales, albergues, lavaderos... los enfermos, la gente con retraso, las clases sociales más desfavorecidas... la mente de Juan y Jesús estaba puesta siempre en el bien de sus semejantes y en el bien de la comunidad. Analizando esto no cuesta entender que ambos fueran de izquierdas y creyentes, aunque muchas veces se comente que esto puede suponer una contradicción, no deja de ser un punto en común entre ambas formas de contemplar la vida. Pero en esta entrada veremos otra faceta que nos resultará mucho más cercana, la ayuda más directa, más de corto plazo, más del momento, semejante a la que muchos de nosotros podemos llevar a cabo. Una limosna puntual para un necesitado. Todos podemos pensar en una limosna a un necesitado, una ayuda para una ONG, una recaudación de alimentos o juguetes para los que más lo necesitan. Pues en esa situación se encontró hace 103 años Don Juan y muchos vecinos más del Betanzos de la época. En la calle Saavedra Meneses tuvo un lugar un incendio, una cuestación pública, o lo que es lo mismo, una petición o demanda de limosnas para un objeto piadoso o benéfico, ayudó a recaudar fondos. Quién estaba entre ese listado de gente del que la prensa daba debida cuenta, Don Juan García Naveira. Vemos por tanto que sus obras no eran sólo de ladrillo y hormigón, si no que llegaba a crear fundaciones para gestionar las Escuelas y el Asilo y aportaba dinero para campañas como esta, que solucionaban rápidamente situaciones de desamparo como las producidas por un incendio.


LA ASPIRACIÓN
Periódico independiente de esta localidad
(AÑO I, 4 de septiembre de 1904 NUM. 23)




   Vemos que sus 20 pesetas sólo son superadas por las 25 pesetas de Eugenio Corral Golpe, un miembro del ayuntamiento brigantino durante los primeros años del siglo XX

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