viernes, 6 de noviembre de 2015

a-4 Fuente de Cupido

   Aún a riesgo de resultar pesado recordaré en cada una de las entradas referidas a las diferentes zonas del parque lo siguiente:


   Para comprender bien lo que aquí analizaré es recomendable ver las entradas del blog en donde presento unos mapas del parque, así como el resto de entradas en que he ido desgranando cada rincón del mismo.


   Tras contemplar las Horas del Mundo podríamos tomar varios caminos, y es que en la parte alta del Pasatiempo Don Juan diseñó un juego, un auténtico laberinto. A cada paso que damos aparecen entradas a cuevas, nos asaltan escaleras, siempre encontramos diferentes caminos para continuar. El visitante a menudo se gira, mirando allí o aquí, observando éste o aquel detalle, sin saber muy bien qué ver, qué le falta por visitar, qué fotografiar, en definitiva, a dónde ir. Rara vez se ve entero el parque en una única visita, y se hace cierto el tópico de que cada vez que uno va al Pasatiempo descubre algo nuevo. Tras llegar a los relojes es habitual que uno se gire y mire hacia abajo, observando el Estanque del Retiro.



   No siempre fue así. Una de las partes del parque que se encuentra en peor estado en la actualidad, interrumpiría esa mirada, se trata de nuestra protagonista, la Fuente de Cupido.






(Parte 25) Fuente de Cupido.



   La Fuente de Cupido era uno de los múltiples juegos planteados por Don Juan. Una de las ingeniosas formas en que hacía llegar el agua de un nivel a otro. Como ocurría con el Lagar, donde el agua/vino corría escaleras abajo pasando por un barril pétreo, en esta ocasión tenemos una fuente/pozo. A la altura de la parte alta del primer nivel (terraza del homenaje a Argentina) encontramos la fuente con sus tres caños, de éstos brota el agua, cayendo hacia el fondo de un pozo, cayendo a la parte baja del primer nivel, a los pies del Estanque del Retiro.


   En esta fuente se plantea de nuevo un diseño simétrico respecto a un eje. Muy semejante al de la fuente del Pescador que servía de fin al conjunto de lagar y las escaleras anexas. El pozo, de planta circular, es rodeado por dos escaleras que lo abrazan, rodeándolo y comunicando las dos alturas del primer nivel. Cabe destacar el curioso pasamanos que se encuentra ubicado dentro del propio muro que encierra a la escalera. Sobre la coronación del pozo descansan actualmente los restos de lo que fue en el pasado tres pedestales para tres figuras masculinas. La central, que daba nombre al conjunto, era ocupada por Cupido, el dios del deseo amoroso en la mitología romana. Contaba la estatua con tres atributos clásicos del dios, las alas, el arco y la aljaba, o carcaj, con las flechas. Si bien el muro está realizado en piedra, sillería, las figuras y sus pedestales de nuevo están realizados en hormigón. Flanqueando a Cupido estaban dos figuras de niños desnudos, no podemos considerarlos amorcillos, al no contar éstos con los objetos anteriormente citados.

Postal
PASATIEMPO-BETANZOS.
8. - Fuento de Cupido.

Postal
PASATIEMPO-BETANZOS
1. - Fuente de Cupido

Las tres figuras sostienen o se apoyan en objetos de los cuales mana el agua. Los dos niños descansan sobre hojas, sobre vegetación, Cupido lo hace sobre una ruleta. Parece claro el paralelismo entre lo azaroso, caprichoso e incierto del juego y del amor que nos planeta Don Juan.




   El libro "<<El Pasatiempo>> O capricho dun indiano" nos da un dato importante. El conjunto de las tres figuras lo rodeaban dos jarrones. Se trataba de dos imitaciones de las cráteras clásicas, grandes vasijas cerámicas donde se guardaban una mezcla de agua y vino en la Grecia clásica. las réplicas ubicadas en el Pasatiempo estarían realizadas en mármol. Actualmente, al igual que ocurrió con cualquier objeto del parque realizado en un material noble, fue vendida o robada, desconozco cual de estos dos fue su destino. Sabemos que en no estaban en su lugar en un visita de  Manuel Chamoso (antiguo presidente de la Real Academia Gallega de Bellas Artes) y fotografía el parque, año 1954. Actualmente nos encontramos en su lugar dos simpáticos jarrones que, guardando cierta similitud con los originales, suplanta los elementos clásicos de su decoración, por el imaginario de la familia de los Andrade, familia noble tan emparentada con Betanzos. Este tipo de cambios de elementos originales por otros novedosos, no avisado por cartel alguno, pueden llevar a engaño al visitante que podría creerlos originales y obra de Juan García Naveira. Además se capta claramente una intención de añadir significado y contenido al parque. Lejos de la intención de Don Juan, se nos plantea aquí un guiño a la historia medieval de Betanzos sin justificación o sentido aparente. Sin lugar a dudas la labor de rehabilitación falla en este punto, no se reconstruye un elemento, sino que se modifica.




   El oso y el jabalí, animales que aparecen en los emblemas, sepulcros, blasones... de la familia de los Andrade, nos traen a la cabeza leyendas y mitos de culturas como la griega o la celta. Las cabezas de ambos animales sustituyen en estos jarrones a la del macho cabrío que podíamos ver en los originales.



   Seguimos observando los jarrones, bajo ellos encontramos unos curiosísimos detalles. Estando en la parte alta del primer nivel observamos que bajo el pedestal de ambos jarrones hay dos relieves, ambos realizados con la misma plantilla, encofrado o molde. Este motivo aparecerá en varios lugares del parque, vemos, como en otros casos, cierta economía de medios a la hora de emplear varias veces y en ubicaciones diferentes estas piezas.
   Se trata de una escena con cierto sabor clásico, seis figuras infantiles en diferentes posturas, parecen entrelazar sus miembros y sus cabezas, todos van montados o se encuentran detrás de una extraña criatura marítima semejante a un pez. 


   El otro detalle es visible desde la parte baja del primer nivel ya que se encuentra en la cara del muro de contención de las tierras de la terraza más alta del primer nivel, la del homenaje a Argentina. De nuevo en las bases de los jarrones encontramos interesantes relieves. En esta ocasión son únicos y por desgracia apenas podemos ver nada en ninguno de ellos, nada salvo quizá lo más enigmático del Pasatiempo, la famosa leyenda, clave, según muchos, en la idea de que los hermanos García Naveira eran masones.


   Descubrimos dos pequeños monstruos marinos, semejantes a diferentes seres que aparecen en multitud de rincones del parque. Permitid que deje estas líneas a modo de introducción, un análisis más profundo ocupará una próxima entrada. En ella recogeré estos y otros detalles presentes en este muro.





   Para terminar os dejo algunos fragmentos de fotografías y postales antiguos para que veáis algo mejor cual era el aspecto original de este rincón del parque.




Fragmentos de postales y fotografías de la época del Pasatiempo.
(Fuente: Archivo de Betanzos)











Fuentes:

El libro "<<El Pasatiempo>> O capricho dun indianode Ignacio Cabano Vázquez, Mª Luz Pato Iglesias y Xosé Sousa Jiménez (pág. 49).

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